El dolor lumbar es una de las causas más frecuentes de consulta al médico y la principal baja laboral. A nivel evolutivo al pasar de caminar de cuatro extremidades a sólo dos provoca que en la bipedestación se cargue todo el peso en la parte baja de la espalda y se acumule mucha tensión en la zona. Además nuestro hábitos de vida, posturas, trabajos, falta de ejercicio… provoca una degeneración más rápida de la zona lumbar.

En la mayoría de ocasiones con reposo, medicamentos y ejercicio se solucionan las molestias sin embargo si el dolor persiste es importante visitar a neurocirujano experto en columna para que haga un diagnóstico preciso de cual es la causa del dolor.

Las principales patologías de la columna lumbar son:dolor lumbar

Hernia discal: se produce cuando sale un fragmento de tejido discal que puede comprimir estructuras nerviosas. Es importante valorar el tamaño, localización y relación con las estructuras circundantes de la hernia discal.
Discopatía: el disco tanto por factores genéticos como ambientales puede desgastarse y causar una discopatía (enfermedad del disco). Esto provoca una sobrecarga de los elementos posteriores de la espalda que causan el dolor lumbar.
Espondilolistesis: se produce cuando una vertebra se desplaza anteriormente respecto a la que esta debajo. Normalmente va asociado a inestabilidad y compresión de estructuras nerviosas.
Escoliosis: utilizamos este termino cuando la columna está desviada (plano coronal). Existen dos tipos:
1- Congénita se da en la infancia y progresa con el crecimiento
2- Degenerativa: por el desgaste de las vertebras.
Estenosis de canal: se produce cuando el canal por donde transcurren los nervios se hace más estrecho. Típicamente provoca una claudicación neurógena que consiste en la aparición de dolor o falta de fuerza en las piernas al caminar que cede sentándose.
Fracturas vertebrales: existen tres causas principales de fracturas:
1- Traumáticas
2- Osteoporóticas
3- Patológicas (existe una posible lesión tumoral subyacente).
Es imprescindible un correcto estudio para valorar la causa y ofrecer un tratamiento adecuado.

Columna Lumbar
Hernia Discal LumbarLa columna lumbar es sin duda la zona del raquis donde se acumulan mayor número de patología neuroquirúrgica. Este hecho se explica fácilmente por factores mecánicos, es la zona sobre la que descansa mayor peso, del tronco y extremidades superiores y a diferencia de la columna dorsal presenta una gran movilidad.

Definiremos algunos de los síndromes clínicos más frecuentes analizando las diferentes opciones terapéuticas en cada caso.

En este capítulo hemos recogido consejos sobre higiene postural y ejercicios de rehabilitación que puede practicar el paciente en su domicilio para favorecer la tonificación de la musculatura raquídea.

La hernia discal lumbar se produce cuando existe un desplazamiento del disco intervertebral, este desplazamiento condicionará una compresión de las raíces nerviosas que discurren en el interior del canal raquídeo dando lugar a un cuadro de dolor irradiado hacia la pierna conocido como ciatalgia.

En la etiopatogenia de dicho cuadro existe un componente degenerativo y un componente traumático, por lo que no es infrecuente que el cuadro se inicie ante un esfuerzo físico importante.

Diagnóstico:
Tras la exploración física realizaremos una prueba de imagen, la resonancia magnética será la que nos aportará mayor información sobre el nivel afecto y grado de degeneración del disco y vertebras adyacentes.

En determinados casos será preciso realizar pruebas funcionales que nos permitan valorar la estabilidad de la columna lumbar.

Tratamiento:
Tras la aparición de la ciática, en un primer momento, 2-3 días, realizaremos reposo absoluto en cama, asociando tratamientos antinflamatorios y analgésicos. Pasado este periodo iniciaremos una movilización progresiva. En los casos en los que el dolor no remita con reposo y analgesia, los pacientes que presenten déficits neurológicos así como los pacientes con episodios recurrentes de ciatalgia la cirugía será el tratamiento de elección.
En los pacientes con déficits neurológicos secundarios a la hernia, la cirugía no debe demorarse puesto que el pronóstico está relacionado con el tiempo de evolución de estos déficits.

Existen varios tipos de procedimientos quirúrgicos, sólo un correcto diagnóstico nos permitirá realizar el tratamiento más indicado en cada caso, entre los procedimientos podemos citar:

Discolisis percutánea: a través de una punción inyectaremos una sustancia en el disco que disminuirá su volumen y con ello la cmpresión nerviosa.
Discectomía endoscópica: especialmente indicada en hernias contenidas, no migradas, supone una menor agresión sobre los tejidos en comparación a la discectomía clásica.
Microdiscectomía: especialmente indicada en los casos de hernias migradas. Existen gran número de modificaciones de esta técnica quirúrgica todas ellas encaminadas a minimizar la agresión quirúrgica sobre los tejidos.

Consejos tras la Cirugía de la Columna Lumbar

Una vez realizada la cirugía, ya sea discectomía, laminectomía o fijación de la columna su columna seguirá siendo estable si bien debe considerar que ha sido sometido a una intervención quirúrgica y que por lo tanto debemos realizar un periodo de convalecencia previa a la práctica de ejercicio físico con gran intensidad.

En general aconsejamos a nuestros pacientes reposo relativo durante 15 días, esto implica realizar pequeños paseos por la calle, inferiores a 10 minutos la primera semana y de 15-20 minutos la segunda semanas, y sobre todo evitar todas aquellas posturas que suponen una carga adicional para la espalda. En las semanas sucesivas debe incrementarse de forma progresiva la actividad pudiendo caminar 45 minutos a los 2 meses.

En general el paciente puede reincorporarse a sus actividades diarias a las 3-4 semanas en los casos de discectomía y laminectomía, prolongándose algo más, 6-12 semanas, en los casos en los que se ha llevado a cabo instrumentación lumbar.

En el interior de las vértebras lumbares existe un canal por el que discurren las raíces nerviosas agrupadas dentro del saco dural. Cuando existe una disminución en el tamaño de dicho canal aparece un cuadro neurológico estereotipado que se conoce como síndrome de estenosis de canal.Patología de columna-estenosis de canal lumbar

Clínica:
El paciente aqueja cuadro de ciatalgia, normalmente bilateral si bien puede ser más intensa en una extremidad, dicho cuadro aparece especialmente cuado se realiza algun tipo de esfuerzo. Igualmente característica es la claudicación neurógena, el paciente presenta fatigabilidad y pérdida de fuerza en las piernas que le obliga a detenerse tras la práctica de pequeños esfuerzos como puede ser caminar 100 metros.

Es importante diferenciar este cuadro de la claudicación vascular, en el que la patología se encuentra en las arterias que irrigan las piernas, puesto que el abordaje terapéutico será diferente.

Diagnóstico:
Las pruebas complementarias como el EMG o las prueba de imagen pueden ayudarnos a confirmar el diagnóstico, a la vez que serán de gran importancia a la hora de planificar la intervención quirúrgica.

Tratamiento:
El abordaje terapéutico será quirúrgico, se procederá a realizar una apertura del canal raquídeo en su porción posterior por medio de una laminectomía lo que evitará la compresión de las raíces nerviosa y con ello obtendremos una mejoría de los cuadros de claudicación neurógena y de ciatalgia.

La escasa movilidad de la columna torácica hace que las articulaciones intervertebrales a este nivel sean sometidas a una sobrecarga menor de lo que lo son a nivel lumbar o cervical, esto hace que la degeneración a nivel torácico de éstas articulaciones sea menor y con ello las estenosis de canal a este nivel.Patología lumbar: estenosis del canal torácico

Clínica:
El paciente presenta un cuadro más o menos progresivo de pérdida de fuerza y sensibilidad en las extremidades inferiores debido a la compresión que sufre la médula al disminuir el tamaño del “estuche” óseo en el que se encuentra albergada, el canal raquídeo torácico.

Diagnóstico:
La historia clínica y la exploración física nos orientaran sobre la localización de la patología, las pruebas de imagen, especialmente la resonancia magnética, serán de gran importancia a la hora de objetivar la patología subyacente ayudandonos a delimitar los niveles afectos y el tamaño de la descompresión quirúrgica.

Tratamiento:
El tratamiento será quirúrgico. El objetivo de la cirugía será ampliar el tamaño del canal raquídeo, para ello resecaremos las láminas de las vértebras afectas, parte posterior de la vértebra que cierra el canal por su parte posterior.